Seguimos muy de cerca por el AIS a nuestro amigo Angel Viana que ya sólo le queda un día para llegar al fondeo y completar su travesía en solitario desde Lanzarote vía Madeira.
Aún siendo de la misma tierra, la primera vez que supimos de él fue en el Caribe. Ibamos haciendo poco a poco la misma ruta, pero no coincidíamos. y en varios fondeos nos hablaban de otro euskaldún llamado Angel que navegaba en el barco Bahía de las islas. No dejaba indiferente a quienes lo conocían e iba dejando su propia estela, porque recuerdo que nos contaban, que navegaba siempre con su inseparable perro Rufino, que hacía pan en la sartén, que era super buen cocinero, y sobre todo gran persona.
Después de unos años nos conocimos en Galicia, y fue luego la Mar la que nos fue encontrando en Portugal, después en Lanzarote, y ahora en Gibraltar.
Una de las cosas más bonitas de navegar para mí, es cuando te vas reencontrando con amig@s de nuevo. Y sobre todo, tras navegaciones largas, que crean momentos intensos.... creo que de alguna manera hay un algo ahí que te une, y esos reencuentros te llenan de EMOCIÓN por dentro.
Ha sido una gozada la generosidad de este Club Maritimo Volveremos!!!
Unos dias en tierra y nos ponemos de nuevo en marcha para navegar con Angel hasta Almerimar como se suele decir
"en conserva", una técnica muy antigua que comenzó a utilizarse en el siglo XVI tal como lo cuenta en el
blog del Museo de la Construcción Naval:
Pasamos primero por la gasolinera y salimos con viento de Poniente con alas de mariposa, pero nos atrapa una corriente en contra, a veces, de más de dos nudos que nos nos deja avanzar... por lo que decidimos sacar el Spi, con la idea de que nos ayudaría a salir de ella. Pero no sólo NO nos ayuda, sino que nos saca de rumbo y hace, que se nos enrede una vuelta en el stay de proa asi que lo arriamos de nuevo, para guardarlo en su bolsa hasta otra ocasión. Y seguimos despacito, despacito con mayor y Génova hasta salir de ese bucle....
Los pronósticos en cuanto al viento eran poco optimistas. Decían, que ese poco viento primero del W, iría rolando por la mañana a SW, desvaneciéndose del todo al medio dia. Pero fue GENEROSO con nosotros, regalándonos un través durante la tarde. Y aquí sí que si, nuestro precioso Glup Sail, se puso contento y aprovechó la oportunidad al máximo, deslizándose feliz y jugueteando con los simpáticos delfines que nos acompañaban
Antes de la
caida del sol
decidimos desventar el Génova, y esperar a nuestro compañero Bahia de las Islas,
para entrar de nuevo juntos en la noche, y aprovechar para sacarnos unas fotos ambos barcos
entre delfines
en una
mar tranquila y con la luz del ocaso